El paradigma acerca de la construcción del conocimiento ha cambiado a partir de la masiva influencia de las nuevas tecnologías en todos los órdenes de nuestra actividad cotidiana, especialmente en lo relacionado al acceso a la información.
A este escenario se suma el planteado por la pandemia de Covid-19 que interrumpió las clases presenciales en una magnitud relevante como nunca antes. En abril de 2020, 191 países tuvieron cierres a nivel nacional y otros tantos con clausuras locales. Esto significó que los alumnos sin clases alcanzaron los 1.575 millones, poco más del 91% a nivel mundial. (Fuente Unesco: https://en.unesco.org/covid19/educationresponse).
Transformaciones a partir de las TIC
En este sentido, se ha vuelto una necesidad urgente, trabajar en la inclusión de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en el proceso de enseñanza y aprendizaje. César Coll en Aprender y enseñar con las TIC: expectativas, realidad y potencialidades (2009) afirma que “(…) la centralidad creciente de la educación y la formación en la Sociedad de la Información ha estado acompañada de un protagonismo igualmente creciente de las TIC en los procesos educativos y formativos. El objetivo de construir una economía basada en el conocimiento comporta la puesta en relieve del aprendizaje, tanto en el plano individual como social, y en este marco las TIC se presentan como instrumentos poderosos para promover el aprendizaje, tanto desde un punto de vista cuantitativo como cualitativo.” (p.114).
Es evidente que esto representa un cambio de paradigma y la necesidad de la continuidad pedagógica, aceleró e impuso la incorporación de estas herramientas en las prácticas educativas. Bill Cope y Mary Kalantzis (2009), sostienen que “Tradicionalmente, el aprendizaje se ha configurado como un proceso mediante el que el aprendiz entra en contacto y absorbe –como si fuera una esponja- conocimiento o destrezas, de alguna fuente autorizada. Esta definición ya no es suficiente para describir la convergencia de las condiciones del conocimiento en la sociedad de la información. Las teorías más avanzadas sobre el aprendizaje sostienen que los aprendices no absorben de forma pasiva el conocimiento personalmente significativo, sino que más bien lo crean de forma activa, a partir de su experiencia del mundo” (Cope, Kalantzis, 2009; 2).
Necesidad vs realidad
Dada la obligada incorporación de las TIC al proceso de enseñanza y aprendizaje, se evidencia la necesaria asistencia en su uso a los docentes, el acompañamiento mediante la promoción de diversos recursos y la socialización de experiencias didácticas con TIC para motivarlos y ofrecer ideas concretas. Esto es especialmente necesario si tenemos en cuenta lo argumentado por Landau, (2006: 75) acerca de que “la concepción de que las TIC deben atravesar el conjunto de saberes y procedimientos de otras disciplinas escolares produce un complejo borramiento de fronteras y la desestabilización de las formas establecidas de propiedad escolar sobre el conocimiento y de las formas de su transmisión”. Esto implica que no solo estamos ante un cambio en las herramientas del proceso de enseñanza y aprendizaje, sino frente a un nuevo paradigma de este proceso que trastoca las formas en que percibimos y construimos el conocimiento.
Por otro lado, se percibe que a pesar de que las escuelas y los docentes ya venían invirtiendo capacitación y recursos en la digitalización de las clases; en la práctica se concreta un uso limitado de las nuevas tecnologías. Respecto de esta problemática, Cesar Coll lo considera uno de los motivos por los cuales existe un desfasaje entre las expectativas y las realidades acerca de la inclusión de las TIC en el aprendizaje. “Incluso cuando se dispone de un equipamiento y una infraestructura que garantiza el acceso a las TIC, profesores y alumnos hacen a menudo un uso limitado y poco innovador de estas tecnologías.” (Coll, p. 116).
Nuestra Propuesta
La práctica educativa mediada por tecnología, no solamente significa la incorporación de herramientas digitales, sino también poder traspasar los límites físicos y temporales del aula, es decir no se trata sólo de enriquecer el proceso de enseñanza y aprendizaje sino también ampliarlo. Para asistirlos en esta experiencia, proponemos herramientas digitales disponibles, opciones de software libre, estrategias didácticas para incluirlas, herramientas de ofimática para optimizar los tiempos administrativos, entre otras opciones de asistencia remota.
Este proyecto se inicia bajo la convicción de que el uso de las TIC en educación, permiten trabajar en entornos de colaboración y cooperación, enriqueciendo nuestra experiencia a partir de nuestros intercambios, fomentando la curiosidad de estudiantes y docentes: promoviendo el espíritu innovador, propiciando la investigación y desafiando los límites de los contenidos propuestos; al tiempo que nos permitirá imaginar y crear producciones digitales posibles de compartir con actores externos a la comunidad educativa, es decir, educar para crear hombres y mujeres capaces de pensar y hacer cosas nuevas.